Es una de mis legumbres favoritas porque está cargada de proteínas, fibra dietética, oligosacáridos y minerales, pero lo que más me gusta de este super alimento es que su proteína (a diferencia de la proteína animal) reduce la excreción de calcio a nivel urinario, evitando la aparición de osteoporosis. Muchas veces estas fuentes de proteínas fueron subestimadas en comparación con las de origen animal como el huevo y la carne, pero los últimos estudios especialmente uno sobre la digestibilidad de las proteínas y la capacidad de obtención de aminoácidos a partir del alimento, han mostrado excelente resultados de en aprovechamiento de proteínas provenientes de las legumbres.
Es una excelente alternativa para los diabéticos ya que su alto contenido de fibra y carbohidratos con bajo índice glicémico ayudan a controlar la glicemia sanguínea, además de sentirte saciado por más tiempo. Su alto contenido de magnesio, folatos y hierro la hacen una excelente elección para la prevención de la anemia. Y muchos dirán: “pero el hierro de origen vegetal no es tan fácil de absorber”, es cierto, por eso les hago una gran recomendación, cuándo usen lentejas traten de acompañarlas con zumo de limón o rayar un poco de cáscara de limón sobre ellas, ya que la vitamina que contiene esta fruta ayuda a mejorar los niveles de absorción de hierro vegetal. Sin embargo debo aclarar, que las lentejas tienen factores anti nutricionales, es decir que poseen elementos que pueden interferir con la absorción de las proteínas pero estos factores son termolábiles motivo por el cual una vez calentadas por más de 10 minutos a 121 °C estos factores son reducidos, pudiendo aprovechar en mejor medida su aporte proteico, me gusta aclarar particularmente este punto porque es muy bueno comer crudas en germinados, pero no lo podemos hacer siempre ya que estos tienen los factores anti nutricionales activos.